Tuesday, May 09, 2006

Espinelas

Cuando era pequeña, asistía a un colegio de monjas y cada año me presentaba al concurso de declamación que se organizaba entre algunos colegios de la zona. Nunca habré sido muy buena en eso porque no gané nada ningún año, pero el otro día recordaba algo de aquella época y un detalle con relación a las poesías que de aquellos días aún quedan restos en mi memoria (mi mala memoria, debería añadir).

Para inscribirnos al concurso debíamos aprender una poesía y declamarla a un grupito de monjas que decidían si teníamos el “nivel” para participar y sobre todo para aprobar el contenido del texto. Ya se sabe que los poetas…

Bueno, a mi me rechazaron un año mi primera opción. Y si no recuerdo mal estuvieron a punto de hacerlo con la segunda, pero eso es otra historia. Hacía años que no leía ese texto y solo recordaba algunas líneas, no la suficientes como para saber de que iba, así que busqué en Internet la poesía y…

Ja ja ja, no me sorprende que ese grupo de monjas no la hubiera aceptado. Me gustaría poder asistir de espectadora y ver la cara que ponían mientras yo les soltaba la perlita que les llevaba preparada. No la escribiré aquí toda, pero con las primeras líneas creo que basta. A mi me bastó.

Que como el perro que lame la mano de su señor
El miedo ablande el rigor
con el llanto que derrame.
Que la ignorancia reclame
al cielo el bien que le falta
.

Yo con la frente muy alta,
cual retando al rayo a herirme
Soportaré sin rendirme
la tempestad que me asalta.

Seguramente ahora habría escogido algo mucho más cursi. No me reconozco en esa pequeñita subversiva… o si?

2 comments:

Noemi Risco Mateo said...

Hola Nim,
¿Qué tal te va todo?
¿Recuerdas por qué elegiste precisamente esa poesía para las monjas? ¿Eras consciente o fue al azar? Es curioso...
Saludos,
Tanakil.

Anonymous said...

HOla...
como que a mi se me ocurre por qué la escogiste...
Será porque a mi papá le encantaba y siempre la recitaba... Aún ahora me la se de memoria...
"yo, con la frente muy alta, cual retando al rayo a herirme soportaré sin rendirme la tempestad que me asalta.
No esperes en tu piedad que lo inflexible se tuerza, yo seré esclavo por fuerza, pero no por voluntad. Mi indomable vanidad no se aviene a ruin papel.
¿Humillarme? Ni ante aquél que enciende y apague el día. Si yo fuera andel sería el soberbio angel Luzbel.
..."