Lo mío no son las plantas

Siempre he dicho que lo mío no son las plantas. Todo lo vivo se me muere y se me morirían las piedras si me decidiera a coleccionarlas.
Estaba muy contenta porque el cilantro que planté hace un par de meses estaba precioso y ya hasta estaba planeando en empezar a comérmelo.
Los que me conocen dicen que lo que pasa es que le pongo demasiada atención a las plantas. Incluso me han recomendado comprar una mascota a la que pueda alimentar diariamente... si, he ahogado unas cuantas plantitas y las que no se ahogan se mueren de sed.
Bueno, hablaba del cilantro. Precioso, frondoso, verde, oloroso... hasta que descubrí que las hojas tenían manchas blancas!
Siguiendo el consejo de "alguien" no le presté atención porque me dijo que si estaban así era porque la misma planta ya se había encargado de atacar al intruso. Así que me quedé tranquila. Salí el puente de la semana pasada y estos dias entre el trabajo y cosas atrasadas estuve medio liada asi que además de regarlas no les presté más atención. Vale, ya no me enrollo más.
Esto es lo que me encontré ayer en mi querido (y delicioso) cilantro.
Pulgones malditos!