Tuesday, October 21, 2008

Ciudad de la melancolía





El viernes pasado me llamó Edu al trabajo y me dijo, te vas ligerita a casa y arreglas a casa y entonces yo, a punto de colgarle el teléfono y casi hiperventilando, completamente indignada le pregunté que que se creía y que mejor llegara temprano él y lo dejara todo bien apra cuando llegara yo; pero entonces me dijo que era para que nos pudiéramos ir temprano a Lisboa y entonces mi cara cambió y pude tomar aire de nuevo.

Pero qué hermosa ciudad!
Ya me habían dicho que era linda, pero le añadían adjetivos como dejada, decadente, triste. En realidad yo la encontré romántica, melancólica y antigua... cada uno mira las cosas de diferente manera.
Los edificios son viejos pero ahi la historia de la ciudad no está en un museo sino en la calle, para que la gente la vea y la viva.

Salí enamorada de ahí y con ganas de volver desde el momento que nos fuimos. Y los pasteles de Belém!!! quiero massss

Dejo unas cuantas imagenes que hablarán mejor de la ciudad que lo que pueda decir yo.


Este bar fué una recomendacion de Fran y Lydia. El nombre (pavilhão chinês) me hizo pensar: hay que ver estos frikis que van a Lisboa y se plantan en un chino. Además la entrada es la de un restaurante chino pero además cerrado! Llegas, tocas la puerta y te abre un hombre con pajarita y chaleco rojo que te dice muy amablemente que pases.

Sunday, October 12, 2008

El vuelo de regreso o "terror en el aire"




Ya hace una semana que volví de mis vacaciones y apenas anoche tuve tiempo para dormir como se debe. Y vaya si dormí! Hoy desperté a las 11 de la mañana y sólo para quedarme remoloneando entre las sábanas hasta las 2 de la tarde.
Qué alegría de sábado!

El viaje de regreso fue una odisea, que aunque prometía ser más corta y más relajada que la ida terminó siendo... bueno, ahora mismo cuento como fue.

Llegamos al aeropuerto 3 horas y media antes porque mi mamá insistía en que el camino al aeropuerto a esa hora y con los días lluviosos que habíamos tenido el tráfico sería horroroso. Al final no había mucho tráfico y no hicimos más de media hora de camino. Pensé que era demasiado temprano, pero menos mal porque así y todo no conseguimos ventanilla en ninguno de los dos vuelos (viajamos con conexión en Londres) y ya teníamos delante hora y media de cola.

Mientras esperábamos para facturar de repente puff! se fué la luz en el aeropuerto. Medio minuto más tarde algunas luces se empezaron a encender. Sería la planta o algo porque no encendieron todas hasta minutos después.

No contaré lo que sigue porque después de 4 años de no ver a mi familia la despedida fue muy emotiva y bueno, eso queda para mí. Nos hicieron subir al avión casi a la hora indicada, que según mi experiencia es bastante raro, sobre todo en vuelos largos. Me pareció estupendo porque una vez que me despedí lo que quería era llegar a Sevilla y lo que venía por delante era un camino larguísimo.

Buenoooo y lo largo que se hizo en realidad!
Subimos al avión y lo primero que me dice ldu es "buff que calor" y yo que siempre tengo frío pensé, es verdad, esto es un sauna! Así que con eso podréis imaginar la temperatura. Nos sentamos, nos pidieron que abrocháramos los cinturones y el avión empieza a hacer run run...

15 minutos después nos piden disculpas por el pequeño retraso y por el inconveniente de la temperatura... "la batería del avión no está completamente cargada y no alcanza la energía para arrancar las turbinas si encienden el acondicionado". Uy! mal rollito, pero bueno, a abanicarse y esperar. La temperatura cada vez más alta y la gente más impaciente.
Media hora después y aún con los cinturones puestos: "disculpen la temperatura, aún no podemos encender el aire acondicionado porque solo 3 de las 4 turbinas encienden y..." se apaga el micro.
Minutos, o medias horas, o medio siglo más tarde "..si, disculpen por la temperatura (y comenzaron a pasar para repartir agua), tendremos que volver a la puerta de embarque porque la batería (bla, bla, bla)..." y entonces se apaga el sistema de entretenimiento. No era que viéramos algo pero al menos estaban las pantallas encendidas.
Y otro rato después y algunos grados más alta la temperatura, con goterones en la frente de tanto calor y abanicándonos hasta con las mantas que te ponen para taparte por el frio del acondicionado: !!! se apagan las luces del avión y vuelve a hacer "run run"
Estooooo, como que no es normal no? La gente llamando a los sobrecargos, pidiendo que nos cambien de avión, que si esa carcacha no va que mejor nos bajen y tal. Las azafatas diciendo que no era problema del avión, que era por el aeropuerto (nunca entendí bien eso en realidad) que si fuera un problema técnico que ya habríamos estado abajo y camino a un hotel.
Y al final, dos horas después de haberme cerrado el cinturón, las luces del avión se encendieron, el sistema de entretenimiento se reanudó, las turbinas (las 4) comenzarona a girar y POR FIN! despegamos.
El vuelo que se suponía sería de 10 horas y media nos dijo el piloto que se haría en 9 horas y 15 minutos. Siempre veo la pantalla de vuelo y suele ir a unos 800km/h poco mas y esta vez habia tramos largos de 1000km/hr mas o menos. Algo de turbulencias de vez en cuando pero en general el viaje fue tranquilo aunque demasiado frio después de los 40 grados del principio.
Cuando por fin se acercaba Londres en el mapa y al mirar por la (lejana) ventanilla veiamos la ciudad, nos habla de nuevo el piloto para decirnos que nos aproximabamos al aeropuerto de Heathrow peeeeero que como había mucho tráfico aéreo pues que daríamos unas vueltecitas antes de aterrizar... CUATRO vueltas a Londres y cerca de 50 minutos después por fin el avión descendía hacia la pista de aterrizaje.

El vuelo debió ser tan desagradable para el piloto como para nosotros, porque me dió la impresión de que en lugar de aterrizar, lanzó el avión contra el suelo. Seguro que se cargó el tren de aterrizaje...

Jeje, la travesía no había acabado, pero esto ya se extendió. Creo que la segunda parte la escribiré mañana.