Sunday, August 21, 2005

Maikir (parte 5)

Pasaron mese ahí metidos, alimentándose de lo que la montaña les ofrecía y mientras tanto se fueron instruyendo y empapando de ese nuevo modo de ver la realidad, Maikir ayudado de su hermana que ya tenía conocimientos acumulados al respecto, hasta que Kirana dio con algo. Una manera de invocar al Caos, pero precisaban de algo que no poseían, un extraño material cuya descripción recordó a Maikir a la flor que le había regalado Aaliyah tantos años atrás y que siempre llevaba consigo. Ya sin meditarlo un segundo decidió que apelaría a las fuerzas del Caos y tal vez ellas querrían hacer algo.
En cuanto comenzaron a recitar las primeras palabras concentrando su energía en la piedra-flor la atmósfera comenzó a cambiar, no era un cambio físico pero se podía sentir la opresión alrededor como si el aire fuera más denso; la oscuridad se concentró en un punto que comenzó a retorcerse y formar figuras; repentinamente un destello de colores los cegó por unos instantes y dejó plasmada en sus retinas una estrella de 7 puntas. No podían ver nada pero escuchaban una risa histérica y burlona y después una voz profunda como un trueno dentro de sus cabezas.
-No tienen idea de a lo que están jugando
-No jugamos, sabemos lo que hacemos. El orden es ciego a nuestras desgracias y sordo a nuestras súplicas y los ritos establecidos no son capaces de darnos lo que necesitamos. Tu has atendido a nuestra llamada –dijo Maikir más firme de lo que en realidad se sentía
-Yo no atiendo a nadie. Vine a advertiros. No es el momento de volver, aun no recuperamos toda nuestra fuerza.
-Pero necesitamos tu ayuda. – Dijo Kirana que tenía los ojos tan abiertos que parecía que se le saldrían de sus orbitas y tenía en la cara una expresión que Maikir nunca había visto en ella
El señor del Caos volvió a reír aterradoramente –Mi ayuda? Y quien os dijo que los Dioses del caos estamos para ayudar a débiles y estúpidos mortales?
La conversación con el Dios siguió por algunos minutos en los que Maikir expuso sus odios e inquietudes, pero el ser estaba por encima de todos esos sentimientos humanos. Aún así y como una afrenta al orden decidió hacer algo, pero primero hizo que Kirana durmiera.
-No puedo devolver la vida Maikir, pero te voy a permitir que veas a Aaliyah en sus últimos momentos.
Todo se oscureció y en el centro de su visión comenzó a aparecer una imagen. Era su amada y estaba precisamente en esa cueva y acababa de descubrir los mismos manuscritos que el y su hermana llevaban meses estudiando, pero en lugar de leerlos los reunió con la intención de salir de ahí con ellos, entonces vislumbró por un momento una silueta vestida de blanco, con albos cabellos y unos ojos deslumbrantes que irradiaban luz; entonces una de las paredes comenzó a desmoronarse y las piedras desprendidas giraron con tal fuerza l rededor de Aaliyah que los pergaminos se le escaparon de las manos; por un momento a Maikir le pareció que ella lo veía a los ojos y levantaba la mano en señal de despedida, luego las piedras la golpearon hasta hacerla perder el sentido y después la sepultaron bajo esas mismas piedras en las que ahora el estaba parado.
La figura del ser del caos apareció frente a el nuevamente.
-Acabas de ver a tu benévolo Dios, el miedo a que el conocimiento saliera de aquí lo llevó a arrebatártela –dijo y tras estas palabras comenzó a desvanecerse entre el remolino de colores.
-Espera! Como debo llamarte?
-Soy Tarod, el Señor del Tiempo, pero no me llames más. Ahora me voy, te dije que no es mi tiempo, no hay nada que pueda o quiera hacer por ti.
La luz del amanecer penetró entre las hierbas que tapaban la entrada al refugio y Kirana despertó de su letargo con un quejido y en seguida buscó a Maikir con la mirada. Lo encontró acurrucado en un rincón y lo despertó.
Kirana, la ví! Vi a Aaliyah. El Señor del Tiempo me la ha mostrado. Fue Aeoris en persona quien la asesinó –dijo con odio en sus ojos y en su voz-.
Su hermana no dudo de sus palabras, ella llevaba años alimentando el odio por lo que el orden representaba. Los dos permanecieron en la montaña bajando solo de vez en cuando al pueblo por provisiones, se dedicaban, como aquellos otros chicos a estudiar, hacer anotaciones y seguir aprendiendo del Caos. Pero cuando la gente del pueblo comenzó a recelar y ellos habían bajado la guardia, se dirigieron en grupo –uno bastante grande- con piedras y antorchas al refugio. No tuvieron tiempo de defenderse, ni siquiera de darse cuenta de lo que sucedía, pero antes de expirar el ultimo aliento, lo ultimo que vieron sus ojos mortales fue la estrella de 7 puntas. El Caos les daba la bienvenida.
Nunca llegaron a averiguar que fue precisamente el caos en su lucha contra el orden desde el retiro, quien desató el Warp que se llevó a los servidores de Aeoris junto con Sheidra años atrás.
Pero no quedó ahí todo; Tarod había tenido contacto con un humano, había percibido la profundidad de sus sentimientos y una vaga idea se instaló en su caótica mente. Apenas una idea, nada concreto, pero le daría vueltas y vueltas y lo discutiría con sus hermanos en incontables ocasiones. A pesar de sus advertencias la semilla había sido plantada y no tardaría en brotar. La hora del Caos estaba próxima.

Maikir (parte 4)

Años después, poco tiempo antes de su ascensión al 5º grado, dieron con una pista que tenía que ver curiosamente con un manuscrito escondido en una cueva y con la muerte de 3 jovenes que habían sido linchados cerca de Puerto del Alba. Si! Ahí debe ser. Habían dado con la pista gracias al poder de Aaliyah que había encontrado una extraña resonancia detrás de una de las paredes de la biblioteca. La cavidad estaba protegida mediante hechicería pero entre los dos consiguieron abrirse camino y encontraron un vago relato de los sucesos. Algo tenía que haber sabido el Sumo Iniciado para haber enviado tantos adeptos y nunca dijo nada. Pronto sería la ceremonia y él tenía que estar presente pero estaban tan emocionados por el descubrimiento que no querían esperar así que Aaliyah iría sola diciendo que visitaría a una tía que estaba muy enferma.
Pasaron aún algunas semanas en las que se dedicaron a preparar todo lo necesario y en cuanto todo estuvo a punto Aaliyah partió con la promesa de que Maikir la alcanzaría en cuanto terminara la ceremonia y por eso era que Maikir esperaba ansioso ese día que prometía ser el inicio de una nueva etapa en su vida y en su carrera. Pero ahora todos los planes se veían truncados, todo se venía abajo con la carta anónima que descansaba sobre su escritorio.
Y aquí se encontraba ahora Maikir. Con una pena inmensa en el corazón, sin querer confesar s nadie lo que sucedía por miedo a romperse y no poder unir sus partes una vez mas. Nuevamente un ser amado le era arrebatado cruelmente. En la carta se informaba escuetamente de la muerte de Aaliyah , no explicaba las circunstancias, pero poco le importaba ya. Un desprecio profundo por Aeoris se acumulaba en su alma. Como el dios a quien había servido fielmente toda su vida podía permitir esto? Las venas en su frente reventarían en cualquier momento, pero no se permitiría llorar. A pesar de las advertencias de la carta de que no emprendiera una nueva búsqueda por su parte, hizo rápidamente su equipaje, robó provisiones anudándose de sus habilidades y ensilló su caballo dejando atrás el castillo cuando aún estaba oscuro.
Vagó durante semanas, a veces cazando, a veces comprando víveres en las poblaciones por donde pasaba, hasta que decidió que buscaría a su hermana. Sólo ella le quedaba y entendería cómo se sentía en ese momento.
Kirana no lo pensó dos veces, sin dejar siquiera una nota, se escapó mientras su compañera de habitación dormía y se reunió con Maikir en la oscuridad de la arboleda que rodeaba la residencia.
A pesar de las reiteradas recomendaciones de su hermano, Kirana había dedicado cada día de esos años a la búsqueda de conocimientos arcanos, ritos oscuros y escrituras prohibidas que tenían mucho que ver con el Caos y poco con todo lo que Maikir había creído durante su vida. Pero en estos momentos lo único que éste sentía por Aeoris era un profundo desprecio por la indiferencia ante su sufrimiento.
Se dirigieron hacia Han Oriental, al Puerto del Alba, pues era la única pista que poseían para desentrañar el misterio que estaba provocando esas muertes. Interrogando a los moradores de los alrededores se enteraron de parte de la historia original que 7 años atrás había llevado a Sheidra junto con otros adeptos ahí. Habían sido linchados unos jóvenes que vivían aislados en una cueva en las montañas pues se decían poseedores de conocimientos ocultos al mundo y la gente hablaba de su adhesión al caos: Nunca predicaron ni trataron de convencer a nadie pero ese rumor fue suficiente para provocar su muerte.
Cuando consiguieron que les dieran datos más o menos precisos sobre la mencionada cueva partieron inmediatamente. Kirana podía percibir el recelo y la suspicacia que sus preguntas habían levantado en la gente, así que tomaron precauciones y se fueron armados por si algún vecino se le ocurría la idea de que tal vez ellos tuvieran algo que ver con los supuestos adoradores del caos.
Después de días de dificultosa búsqueda dieron por fin con la cueva y escondidos bajo unos cuantos palmos de piedras encontraron varios juegos de manuscritos que parecían muy antiguos junto con algunas anotaciones mas recientes.
Kirana se abalanzó voraz sobre ellos y comenzó a leer inmediatamente, Maikir en cambio dudo un poco pero al final también lo hizo; mientras iba leyendo abría cada vez más los ojos. Esto no se parecía en nada a los ritos del círculo que al lado de lo que ahora veía eran trucos de feria. Nombres antiguos y desconocidos aparecían ante sus ojos, historias que no eran fáciles de creer. Si Aeoris no se había dignado a interceder por él que había sido un sumiso servidor del orden entonces el no se sentía comprometido a guardar fidelidad a Dioses obsoletos.

Saturday, August 20, 2005

Maikir (parte 3)

No fue fácil salir de ahí, pero 6 meses después de la noticia de la muerte de Sheidra, Aaliyah y Maikir salían por la puerta del castillo con la Bendición del Sumo Iniciado para emprender la supuesta búsqueda de unos manuscritos que, presumiblemente, estaban escondidos en una cueva en la provincia de Wishet. Esto por supuesto era un pretexto, hacía meses que le tenían sin cuidado los antiguos escritos que no le decían nada nuevo ni le explicaban por que había desaparecido su amiga. El golpe fue demasiado fuerte, sin embargo su entereza y fuerza de carácter junto con el apoyo de Aaliyah habían conseguido que Maikir no perdiera la sonrisa y el trato afable que lo caracterizaban.
Aunque su meta era encontrar a Kirana, tomaron un camino mucho mas largo para ir prestando atención a todos los rumores a su paso por si podían enterarse de algo de las condiciones de la desaparición de la comitiva, pero no averiguaron nada, un velo parecía haber caído sobre el asunto. Pero ya habría tiempo para eso mas tarde. Sheidra estaba muerta y apresurarse no la iba a traer de vuelta.
Viajaron todo el camino con las insignias y capas escondidas pues no querían ser reconocidos como miembros del círculo. Al final llegaron al pueblo donde Maikir nació y por fin dieron con la casa de sus padres, pero en el último momento no se atrevió a enfrentarse a ellos así que fue Aaliyah quién con una historia sobre haber conocido a Kirana en unas fiestas del pueblo tiempo atrás deseaba renovar su amistad. La mujer le cerró la puerta casi en la cara y averiguando en el pueblo se enteraron de que la chica había sido enviada a la hermandad de Aeoris 3 años atrás. Sorprendidos y desilusionados abandonaron el pueblo y se dirigieron a la residencia, sabiendo que no podrían entrar ni hablar con ella a menos que dijeran quienes eran y de donde venían. Pero al llegar se encontraron con que se realizaban unos festejos de la hermandad y por tanto las hermanas tendrían permitido salir a la ciudad más cercana donde pasarían el fin de semana.
Por fin y después de mucho buscar y preguntar dieron con ella. Cuando Maikir la vio sentada sola en una banca mirando unos pajarillos que peleaban por unas migas de pan el corazón se le salía del pecho. Era tan parecida a él… sus mismos ojos grises, profundos y de largas pestañas oscuras; los labios carnosos y pequeños, torcidos en una mueca –que en Maikir parecía una sonrisa y en ella lucían desdeñosos- y el negro cabello liso y brillante. Aaliyah daba saltitos nerviosos alrededor instándolo a que se acercara a Kirana y le dijera quién era, al fin y al cabo para ese momento habían hecho un viaje tan largo.
Cuando Maikir se acercó, Kirana alzó la vista y no necesitó ni una sola palabra para reconocerlo y lanzarse llorando a sus brazos. Más tarde los tres más tranquilos, se sentaban en la sala de una posada con 3 copas de un vino bastante aceptable y fue así como Kirana contó su historia y entró nuevamente en la vida de su hermano.
Kirana tenía la habilidad de leer en la mente. Por años había conseguido mantener su poder en secreto, por temor a la reacción de su madre, pues nunca había olvidado las circunstancias de la partida de su hermano; pero poco a poco sus padres lo advirtieron y el miedo los llevo a actuar de la misma manera que en el pasado enviándola a la residencia de las Hermanas de Aeoris, más que para instruirse, para deshacerse de ella y no se pusieron en contacto nunca más. Su carácter era muy distinto del de su hermano, el odio y el resentimiento de su corazón habían dejado su marca y tenía un carácter taciturno. Eso y su capacidad de leer en las mentes. Podía escuchar como si se lo dijeran al oído los pensamientos de las hermanas cercanas a ella, infantiles y superficiales, que la despreciaban en secreto y a veces no tan en secreto. Se había convertido a sus 16 años en una joven hermosa pero triste y solitaria.
Pasaron los tres juntos unos días y después Kirna tuvo que volver a la residencia y Maikir y Aaliyah volvieron a la Península de la Estrella. Pero su vida dentro había cambiado. Ya había recuperado del todo su buen humor y a partir de entonces inició un ininterrumpido intercambio de correspondencia con su hermana, siempre tratándola de sacar del pozo de odio en el que vivía escondida, pero sin conseguirlo. Renovó sus estudios con ahínco y junto con su novia se dedicó a investigar los sucesos relacionados con la tragedia del Warp que se llevo a Sheidra .

Thursday, August 18, 2005

Maikir (parte 2)

Otro trocito de historia
si ya se que es muy largo y da pereza leérselo todo...
que le vamos a hacer? tampoco yo sabía que era tanto


Un día, poco antes de su 17 cumpleaños Sheidra se sentó junto a él en el comedor como solía hacer y con una sonrisa apenas disimulada le dijo en un susurro:
- Maikir, vuelvo a salir
-Que sales? Pero a dónde? Regresarás al sur?
- No. En realidad no debería decírtelo , es un secreto y el Sumo Iniciado no quiere que se hable mucho de ello, pero parece ser que sucesos extraños están revolviendo a la población de Puerto del Alba y las hermanas de Aeoris solicitan la colaboración del círculo para llevar a cabo investigaciones. No se mucho más, pero ya me enteraré cuando llegue a mi destino.
- Sheidra , mucha suerte! NO sabes cuanto te envidio. Ya me gustaría a mi ir por ahí conociendo mundo y no es que no esté bien aquí, pero tu mejor que nadie me conoces y sabes cuanto me gustaría. Tu crees que…?
-No muchachito! Tú aún tienes que seguir con tu instrucción, eres útil aquí y tienes mucho potencial aun sin explotar. Quien sabe, quizá en el futuro puedas influir en las decisiones que se toman aquí y consigas que el castillo por fin asome la nariz fuera de la península.
-Volverás pronto?
-Volveré Maikir


Pasó su cumpleaños sin tener noticias de ella, pero eso era de esperarse, cuando algún miembro del circulo salía, solía hacerlo por meses y a veces hasta años… la iba a echar de menos. Pero esto no menguo la alegría de su semblante ni lo distrajo de sus correrías por el castillo. El día de su cumpleaños pasó toda la tarde con 3 de sus compañeros y con Aaliyah en el bosque cercano. Sacaron temprano 5 caballos de los establos, retiraron comida suficiente para 10 personas de la cocina y se fueron a escondidas cuando apenas salía el sol. Nada extraño o notorio pasó ese día pero par Maikir fue muy especial y quedaría grabado en su memoria.
Mientras tiraba piedras al río recargado en el tronco de un árbol, observando a dos de sus amigos practicar con la espada sobre los caballos, Aaliyah se le acercó por detrás y le entregó un pequeño paquete envuelto en un trozo de tela azul.
-No es gran cosa, pero lo he conseguido gracias a tu ayuda y me gustaría que lo tuvieras.
Lo abrió con tal rapidez y nerviosismo que casi lo tira. Parecía una pequeña flor completamente verde, pero el sabía que no era tal. El mismo la había supervisado en sus primeros intentos en secreto, pues nadie sabía de su extraña habilidad casi recién descubierta. Era una piedra, un trozo de jade que le había comprado a un buhonero que había pasado cerca de la península. Lo había trabajado con la mente hasta darle esa forma y aspecto de vida y él sabía el trabajo que había pasado para conseguirlo. Sin saber que decir la abrazo y cuando sus ojos se encontraron la beso tímidamente, pensando que ella se apartaría pero no lo hizo y una nueva alegría iluminó su corazón.
Dos meses después recibió la peor noticia que le hubieran dado jamás. Se encontraba en el comedor junto con todos los demás cuando el Sumo Iniciado a quien pocas veces se le veía a por ahí hizo acto de presencia y todos se levantaron respetuosamente. Se la veía contrariado y su semblante decía a gritos que lo que lo llevaba ahí no era un asunto agradable.
-Declaro un luto oficial por la pérdida de 10 de nuestros mejores elementos junto con un número igual de hermanas de Aeoris, que han desaparecido de Puerto del Alba sin dejar rastro, tras un Warp que azotó la zona apenas hace unas semanas.
Los murmullos no se hicieron esperar ¡Un Warp! ¿Adeptos en Puerto del Alba? ¿Quiénes eran? ¿Cómo sucedió? ¡20 desaparecidos…! ¡Qué tragedia!
Para Maikir los murmullos se convirtieron en un zumbido atronador que lo enloquecía, ahí es donde había sido enviada Sheidra. Desaparecida, hacía varias semanas y el no sabía nada, nunca más la volvería a ver. De pronto se sintió solo, su pequeño mundo dejó de ser perfecto. Cómo había podido ocurrir? Nadie sería tan descuidado como para permanecer a la intemperie durante un Warp. Eran poco comunes pero de todos sabido lo devastadores que resultaban esas misteriosas tormentas.
Durante ese día y otros 3 se encerró en un mutismo total y apenas salía de sus habitaciones, no le interesaba hablar con nadie, su vida se había roto y nada sería igual en el castillo para él nunca más. El no salió pero Aaliyah preocupada fue a buscarlo con una bandeja de comida.
- Maikir, apenas se te ha visto estos días, encerrarte no es bueno para ti. Comparto tu pena amor, y entiendo como te sientes, pero si quieres saber algo, afuera te necesitamos… te necesito yo.
Después de una larga charla y de conseguir que Maikir comiera lo que le había llevado, Aaliyah salía de la habitación con el adepto de la mano. Poco a poco su estado de ánimo mejoró y aferrándose al amor de Aaliyah volvió a ser el de antes, pero la pérdida que acababa de sufrir lo llevó a tomar una decisión y Aaliyah había prometido ayudarle. Buscaría a su hermana. Kirana era la única que había llorado su partida y tenía esperanza de que aún lo recordara con cariño. Los preparativos llevarían su tiempo y precisaban de un buen pretexto para alejarse por una temporada de la Península de la Estrella pues no quería que se supieran sus intenciones, pues a pesar de la esperanza, temía no encontrarla o que ella tampoco quisiera saber de él, como hicieron sus padres.

Wednesday, August 17, 2005

Maikir

El viernes salgo de vacaciones y la verdad es que eso es en lo único que pienso, así que no se me ocurren cosas nuevas. A nos ser: playa, avión, paseos, descanso... por eso actualizaré con un relato (un poco largo) que escribí hace un tiempo cuando existía la página naranja. Es a este al que me refería con lo de fan-fic y no se bien si lo sea. Está basado en el mundo creado por Louise Cooper para El señor del Tiempo, aunque apenas sale unas líneas solo uno de sus personajes.


Maikir cerró los ojos y apoyó la frente sobre las manos. La habitación estaba casi a oscuras, solo el débil resplandor de una lámpara de aceite arrojaba su luz amarillenta sobre las páginas que descansaban sobre el abarrotado escritorio. Tendría que haber sido un día alegre, y había tratado de fingir que lo fue. Apenas hacía unos minutos que el último de sus compañeros había abandonado su habitación tras un día de celebración, lleno de risas, comida y alcohol. Acababa de ser ascendido a adepto de 5º grado; no era el grado mayor que podía alcanzar, ni había sido el único ascendido, pero era un mérito importante y Maikir era bastante popular entre los habitantes del castillo, pues siempre hacia frente a los problemas con una sonrisa, además de su aguda inteligencia y ese aire de chiquillo travieso que a pesar de sus 21 año aun no perdía. Por eso sus compañeros lo habían seguido a sus habitaciones sin percatarse del humor taciturno tan inusual en el, con odres llenos de vino y entre sonoras carcajadas para seguir celebrando con el.

Llevaba meses esperando este día con gran expectación, parecía que nada podría empañarlo pero la carta que había recibido esa mañana y que ahora descansaba sobre su escritorio, le había hecho perder el interés en todo cuanto sucedía en el castillo.

Maikir era originario de Wishet , hijo de un modesto mercader. Diez años atrás sus habilidades comenzaron a manifestarse y sus padres se pusieron en contacto de inmediato con una adepta del círculo que por ese entonces residía en la provincia. Sus padres no eran especialmente supersticiosos, pero todo lo que saliera de lo normal era visto con ojos sospechosos y nadie quería verse inmiscuido en asuntos que solo eran competencia del circulo, que aunque era visto con respeto y a veces hasta con veneración, todos decían “mejor de lejos que no es asunto mío”. Maikir veía cosas que otros no veían, al parecer tenía una gran sensibilidad para estar en contacto con otra dimensión o algo similar; poseía también una asombrosa capacidad para convencer a la gente de que hiciera lo que quería y a veces incluso podía mover objetos ligeros con la mente y hasta calentar un poco su leche cuando esta se enfriaba. Esto asustaba cada vez mas a su madre, así que un día su padre lo subió a una carreta junto con un baúl en el que llevaba algunas pertenencias y lo llevó al pueblo vecino, donde vivía Sheidra , la adepta que lo llevaría a la península de la estrella a hacer unas pruebas para saber si podía ser admitido. Kirana , su hermana menor lloró desconsoladamente cuando los separaron, presentía que no lo volvería a ver, pero su madre tan solo bajó los ojos y le entregó una bolsa con algunas provisiones para el largo viaje que tendría que emprender y sin ninguna palabra cariñosa, ni una bendición y sin siquiera un abrazo, lo dejó partir.

Durante 5 años no supo más de su familia, el profundo dolor que sintió fue desapareciendo rápidamente y su carácter alegre terminó por imponerse; se acostumbró a la vida en el castillo y hacía grandes progresos en muy poco tiempo ascendiendo vertiginosamente de posición entre los demás componentes del círculo.

Para entonces ya destacaba entre sus compañeros, siempre sonriendo, con una respuesta ingeniosa para todas las preguntas y un 6º sentido para saber donde buscar la respuesta a cualquier incógnita o problema que se presentara. Sheidra se había convertido en una gran amiga, era en ella en quien más confiaba, a quien comentaba sus descubrimientos y sus sentimientos, y ella a pesar de ser mucho mayor que el nunca lo censuró en nada de lo que dijo o hizo. Su vida no podía ser mejor, tenía todo lo que podía desear y estaba rodeado de gente que lo apreciaba como era. Alguna vez había preguntado a Sheidra de pasada por su familia, a la que no había vuelto a ver pero Sheidra no parecía saber nada sobre esa gente que había entregado a su hijo mayor, el único barón sin derramar una sola lágrima.

En esa época también descubrió algo más, se dio cuenta de que las chicas de su edad, que ya habían dejado de ser niñas, se fijaban en el de otra manera a como lo habían hecho siempre y él también les prestaba más atención cuando se cruzaba con ellas por los corredores o en el comedor. Había crecido, hacía tiempo que ya no se entretenía en el jardín con los niños y había cambiado la estaca de madera por una espada corta con la que se entrenaba de tarde en tarde, más para las exhibiciones y torneos que para su uso práctico, pues una paz relativa reinaba en casi todas partes y el círculo no era necesario para impartir justicia y este se dedicaba mas bien al estudio y la contemplación y no a los asuntos externos. En eso su amiga Sheidra era distinta al resto, que siempre estaba pendiente de lo que sucedía en otras provincias, e incluso había vivido fuera por cortas temporadas a lo largo de su vida.

Y de las chicas… bueno, había una que llamaba en especial su atención. Aaliyah tenía 16 años igual que el y era muy bonita. Su cabello castaño caía en ondas sobre su espalda y sus grandes ojos verdes destacaban sobre su piel tostada. Siempre habían sido buenos amigos, pasaban tardes juntos y a veces iban a la biblioteca donde Maikir la ayudaba en sus estudios, en la memorización de nuevos ritos y para potenciar sus capacidades.


Y mañana más que ya fué demasiado. No me había dado cuenta de lo largo que es...

Tuesday, August 16, 2005

Primeros recuerdos

No sé donde nací.
Nunca se me ocurrió preguntar, y nunca se les ocurrió decirme como había llegado a ellos.
Eso no importa demasiado.
Soy yo, y seguiría siendo yo fueran quienes fueran mis progenitores y fuera cual fuera mi origen. No saberlo no hace ninguna diferencia. Seguiría siendo igual de útil para ellos -y para mí-.

Cuando nací? Soy más vieja de lo que podrías pensar, pero no te lo voy a decir.

Lo primero que recuerdo de mi infancia es que corría descalza entre árboles buscando algo con prisa, mucha prisa. También huía y procuraba ser silenciosa. Siempre me encargaban a mi tareas como esa porque era rápida y al ser pequeña podía escapar por espacios pequeños por donde mis perseguidores no podrían darme alcance.

Si, también aquella vez me perseguían, es la primera que recuerdo. Acaso lo recuerdo porque me dieron alcance... y me estimularon para que no me sucediera de nuevo. No era por falta de estímulos. Y tampoco fue la unica vez que me pusieron una mano encima. No ellos. Otros. Quien me daba alcance una vez no lo hacía nunca mas.

No preguntes. No quieres saber los detalles. No pretendas saber demasiado, confórmate con lo que tenga a bien decirte. Antes del final de mi historia querras estar lejos de mi y esta habitacion no tiene muchos metros.

Adhora calló una vez mas.
Se quitó la chaqueta, se acostó en su rincón y se cubrió con ella.

Wednesday, August 10, 2005

La historia de Adhora

No busco tu lástima ni tu comprensión. Has preguntado, tal vez
porque no tienes otra cosa que hacer y no me importa responder.

Por mucho tiempo he permanecido sola, así que es por mí y no por tí
que tolero tu presencia.


Dicho esto, Adhora se sentó sobre un deshilachado cojín en un rincón del cuartucho, oscuro y sin ventilación, metió las manos en los bolsillos su chaqueta, sucia y gastada y fijo la mirada en un punto solo visible para ella. Ahora se había transportado, recordaba, ya no estaba ahi.

Después de un silencio que pareció eterno, comenzó a hablar, esta vez con una voz ronca y profunda, que hizo vibrar el aire a su alrededor.

Sin desesperación.
Adhora tiene mucho tiempo para contar su historia... Sus historias
Yo no. Que rápido ha pasado casi una semana más!

Friday, August 05, 2005

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A pesar de las vicisitudes. A pesar de no tenerlo nada fácil. A pesar de estar recién escarmentada y a pesar de todas las "no-recomendaciones"
... Si....
...
...A pesar de todo


Hay quien diría que no aprendo.
Pero hay quien quisiera aprender de mi ;)

Ahhhh viernes! como voy a disfrutar de este descanso. Y además creo que me lo merezco

Thursday, August 04, 2005

El Camino

No leo mucho últimamente. Cuando llego a casa no me quedan muchas energías para permanecer despierta el tiempo suficiente para acabar un capítulo (cuota mínima cuando abro un libro), y supongo que será esta la razón por la cual mi mente ha decidido continuar con mis lecturas mientras duermo.

Si, sueño con los libros que estoy leyendo, continúo las historias donde las dejé antes de ir a la cama, o en el corto trayecto en tren y al otro día todo es una confusión, recuerdo frases que ningún personaje dijo y aventuras que no escribió el autor y es que así no hay quien se aclare con una historia complicada.

Pero mi sueño no solo trataba de la princesa Nell y como rescataba a su hermano de la Torre Oscura a pesar de que el le lanzaba cosas desde la torre más alta intentando matarla (no es un spoiler, a menos que mis inventos oníricos puedan serlo). También soñé con una senda. No. Con dos sendas.

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El hombre iba caminando cuando encontró la bifurcación y eligió la derecha, que mas que senda era un amplio camino, recto y despejado, sin obstáculos.

Pero mientras iba avanzando por él se iba retorciendo, cambiaba de posición mientras se internaba en él, se oscurecía. A ratos los árboles que habían a ambos lados casi se tocaban dejando solo un estrecho pasillo lleno de maleza y raíces por donde podía pasar con mucho trabajo y dejando trozos de camiseta y hasta de piel; a veces en lugar de árboles eran paredes y el hombre caminaba por un laberinto de casas antiguas muy juntas entre sí...

No sé cuanto tiempo camino, el sol salió y se escondió muchas veces, el hombre teía la boca seca y la piel agrietada, las piernas ya no lo sostenían y durante largos trechos tenía que arrastrarse, había olvidado el hambre hacía un par de días, ya no distinguía un dolor de otro, cuando el camino, que ahora era un tunel encharcado en el alcantarillado, terminó bruscamente.

Había una trampilla en el suelo con un candado. No había recorrido todo ese camino para llegar aqui y no poder pasar por un candado. Busco algo con lo que romperlo pero no había nada salvo agua y ratas. Tuvo que desandar parte del camino buscando a tientas por el suelo, hasta que encontró una pieza de metal tal vez demasiado corta y demasiado gruesa pero tendría que servir.

Volvió hacia el final del túnel, tratando de recordar el camino, porque ahora no había una sino mas de una posibilidad. No sé por que no tomó otro camino, que mas daba? pero el quiso ir al mismo sitio, al de la trampilla. Llego y se inclinó dispuesto a romper el candado cuanod se dió cuenta de que este se encontraba abierto.

Levanto la pieza de madera, que era mas ligera de lo que esperaba considerando su deteriorado estado físico. Asomó la cabeza y el cansancio lo venció y cayó por el agujero, y cayo... y cayó

Tuesday, August 02, 2005

Muerta?

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Estaba con alguien más e ibamos a pasar la noche en el bosque. Un bosque oscuro de árboles altos y un terreno lleno de raices y con poca hierba. Era peligroso así que yo haría la primera guardia. Estaba encaramada en un árbol vigilando, casi acababa de subir, cuanod vi que se acercaba algien. Era un hombre joven, bajo, con la cabeza afeitada; vestía tejanos y una camiseta a la que le quedaban pocas zonas blancas, sin mangas y lo más importante: empuñaba una pistola.

Avisé a mi compañero en un susurro para que se escondiera. Yo cerré los ojos y me pegué al tronco respirando profundamente, tratando de calmarme. Abrí los ojos unos segundos después para ver donde estaba el hombre y si nos había visto y lo ví.

Justo frente a mi, apuntandome directamente y mirandome a los ojos. Sin siquiera darme tiempo de sobresaltarmé, disparó. Casi pude seguir la bala cuando se aproximaba a mi cara, como se hacía cada vez más nítida, justo entre los ojos...

...Pero no caí, y no sentí nada. El hombre se acercó corriendo a la base del árbol, y mientras llevaba una mano a mi frente para saber lo que había pasado, miré hacia abajo y me vi. Vi mi cuerpo tirado sobre la tierra, en una posición imposible entre raices que sobresalían, con la cara girada hacia el cielo y donde tenía que haber un agujero enmadio de la frente, un ojo que miraba fijamente al vacío, al igual que los otros dos.


No ví pasar mi vida frente a mi. Aún no veo túneles ni luces. Vago día y noche por las ciudades, con acceso a todo y sin necesidad de nada... salvo compañía. Y eso ahora me está vedado.


Parece que los sueños vuelven a quedar registrados... cuál habrá sido esta vez el suceso?

Monday, August 01, 2005

Otro de esos y monto un zoo

Que sueño más caótico. Hacía tiempo que no recordaba un sueño. Supongo que es normal que el primero después de tanto tiempo no tenga mucho orden y no recuerde de él mas que retazos inconexos e incongruentes.

Por qué tenía en casa dos patos empollando huevos, sentaditos cómodamente en una canasta? no tengo idea; pero mi hermana me pasó uno muy grande y me dijo que estaba a punto de hacer eclosión, aunque a mi me parecía en realidad un huevo cocido y ya sin la cáscara (claro, la lógica nunca aplica en los sueños, no en los mios al menos). Cuando se abrió el huevo (blanco al ser un huevo cocido) salieron en tropel unos 15 polluelos mojados y feos (como debe ser) escurriendose entre un líquido viscoso. Cuando los iba limpiando y secando con una toallita me dí cuenta de que en realidad eran trigres, tigres del tamaño de mi dedo pulgar, perfectitos, con todos sus detalles, colmillos y garras, bigotes, el morro ancho, jo y un montón, tenía cantidad de tigres pequeñines.

Después llevaba al hospital a un pequeño simio sin pelo. Lo llebaba en los brazos como un bebe al área de "pobres" (no me pregunten cual es esa area) y lo atendieron pensando que era mi bebé (seré tan fea?) y me dijeron que tenía desnutrición.
Si, si, yo pensé lo mismo: Habré cenado algo en mal estado??????

Bien en otro momento del sueño recuerdo que alguien quería entrar a mi piso para matarme y yo iba corriendo de ventana a ventana asegurándome que estuvieran bien cerradas, pero de eso ya no me acuerdo muy bien.

A ver si sigo recordando sueños y con los días se vuelven un poco mas claros y ordenados. Del de anoche no pude sacar ninguna conclusión.