Wednesday, October 31, 2007

No llames a nadie

Las 5 dábamos un paseo, el sol arrancaba reflejos del cabello dorado de Nadia que iba con su naricilla apuntando hacia arriba y los ojos del mismo azul intenso del cielo en las tardes de invierno perdidos como siempre en algún punto en la distancia, atravesando escaparates.

Caminaba a nuestro lado pero sin participar ni reirse, siempre va un poco a su aire pero esa tarde parecía mas abstraída que de costumbre.
Karla había propuesto un juego tonto, así que por ahi ibamos mirando los escaparates, eligiendo una prenda al azar y señalando al primer tio que pasara por enfrente. Había que imaginar a la víctima con esa prenda. Y ya está, era todo, pero Ana y Paty llevaban un rato riendo las tonterías que iba diciendo Karla.

Esta chica es un torbellino y no para nunca, las otras dos siempre la siguen en todo lo que dice. Qué le vamos a hacer? En todos los grupillos siempre se termina imponiendo un líder.


El día estaba por terminar y comenzaba a hacer frío y soplar un poco de viento. Llevábamos bufandas guardadas en el bolso y nos las pusimos. Karla no, ella la llevaba atada a la cintura pero se diría que el frío la esquiva siempre, o tiene frio pero no quiere esconder su larguísimo cuello entre tanta tela, ni despeinar su larga, muy larga, cabellera negra. Ya había pasado su buen par de horas alisándolo en la habitación del hotel, así que estábamos de acuerdo en algo, no queríamos que se despeinara. Si, además de torbellino es vanidosa.
Vale, todas lo somos un poco, y esa tarde íbamos especialmente arregladas. Bueno, no demasiado, pero era mi cumpleaños y pasábamos el día en una ciudad cercana y teníamos reservas para ir a cenar a un restaurante de moda (y caro).

Fuimos andando rápidamente hacia el hotel a dejar algunas compras y prepararnos para la cena (y subsiguiente marcha), pero en el camino "se atravesó" un bar y apetecían unas cañitas antes de subir a arreglarnos y me tocaba pagar a mi. Karla y Nadia subieron porque no les apetecía. Pensé que seguramente sucedía que Karla tendría en realidad frío y que Nadia prefería estar un rato perdida en su mundo antes de tener que unirse a la comitiva para cenar.

Unos 15 minutos después terminamos y Paty y Ana se adelantaron mientras yo pagaba. Hay que aclarar que la habitación en realidad eran dos, comunicadas por una puerta y además muy grandes, de esas que tienen una salita antes del dormitorio, una terracita y hasta una barra para poner algo de comida y un frigobar muy bien surtido.

Cuando entré no había el bullicio permanente que se notaba siempre que estabamos las 5 en una habitación ni se veia gente por ningun sitio. Miré hacia la terrasa de la habitación en la que me quedaba yo y vi a las dos que acababan de subir hablando bajito y muy rápido y fui hacia alla, pero al pasar por el baño me encontré con un espectáculo que me dejo de piedra.


¿Sabes esas veces que el hielo te araviesa el pecho y se queda como una piedra ahi en medio y la espalda pesa una tonelada? dos cuerdas colgaban del techo, un techo alto, como correspondia a la antiguedad del hotel, y del extremo de cada una de ellas se balanceaba una de mis amigas, completamente desnudas y goteando agua. No podía apartar la vista del cuello de Ana, que lucía el doble de largo de lo normal y se veia un poco doblado.

Mientras las miraba en shock, se acercaron Paty y Ana cuchicheando y preguntándos por qué lo habrían hecho, si habían notado algo raro en ellas esa tarde, como habian tenido tiempo de hacerlo en tan poco tiempo...

- Habéis llamado a la policía?

- ¡No! hay que esperar un poco.

- ¿A que? -y me acerqué al teléfono-

- Pero ¿que haces?

- Llamaré yo. ¿Al menos habéis avisado a sus padres?

- ¿Y que les ibamos a decir? -no se quién respondía.

No son hermanas, pero son tan esclavas de la moda que parecen dos gotas de agua, de todas formas no importaba, tampoco sabía que hacer, a quien llamar primero y exactamente que decir.


Escuché un carraspeo y pensé que por fin una de ellas reaccionaba y empezaría a llorar, pero el ruido venía del baño y al mirar dentro ví a Nadia, con los labios tan azules como sus ojos y la piel completamente blanca, tocándo la soga que llevaba al cuello con mirada asustada, de rodillas y a punto de romper a llorar.


Unos segundos después Karla se movió un poco y nos apresuramos a cortar la cuerda para bajarla entre las 3 que estabamos en condiciones de hacerlo. En los ojos de la hijaputa habia una mirada divertida! y al lado de mi, Paty -esta vez me fijé bien quién era- dijo "

¿lo ves? era mejor no llamar a nadie"

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Siempre con sueños muy de acuerdo con la época.
Feliz dia de muertos, o halloween, o noche de brujas.

Sunday, October 28, 2007

Kaede Sevilla


El restaurante japonés más caro de Sevilla.

Está a un lado de la piscina del hotel Alfonso XIII y no sé si sea propaganda o antipropaganda, pero es así como yo escuché por primera vez de él y tenía muchas ganas de ir. No puedo resistirme a la comida japonesa y cada que hay oportunidad de ir a comer algo con palillos soy la primera en levantar la mano.

El próximo fin de semana hay una fecha importante para mi (y para mi pareja) pero como es la Hispacon y estarán aqui unos amigos, supongo que no tendremos ni un ratito para estar solos, asi que decidí que le daría una sorpresita a mi novio y reserve para cenar ahi.

El lugar esta muy bien ambientado. Es de madera por fuera y por dentro. En el salón del fondo puedes ver al cocinero frente al teppan-yaki preparando la comida. Las lámparas de papel y las separaciones de papel y madera te sitúan en un ambiente distinto. Las camareras, todas ellas japonesas, te atienden con kimono y el cabello recogido, en las mesas hay velitas y la luz del lugar es tenue. A través de la ventana puedes ver el jardín y el perfil del edificio del hotel que es además precioso. Un poco más tarde, cuando las luces del exterior se extinguieron, solo se veian los reflejos ambarinos de las lamparas y las velas en las ventanas.
Después de leer la carta hacia atras y hacia adelante un par de veces nos decidimos por un menú degustación, pero cambiando el plato principal, que era entrecot o solomillo, muy poco japonés para mi gusto y yo lo cambié por teri-yaki de pato y mi novio de langostinos. Pero bueno, me estoy adelantando.

Pedí una sapporo (cerveza japonesa) y el un vino blanco. La botella erá chulísima. Con caracteres japoneses (no, no se como se llaman) en negro y dorado. Muy gracioso, vino de castilla con denominacion de origen especial para sushi ^^

Lo primero que nos pusieron fue un aliño de pepino y sésamo, que yo me pensé un rato antes de probar. El vinagre de arroz tiene un sabor muy peculiar y solo lo uso en pequeñas cantidades para el arroz cuando preparo sushi, pero si ya estabamos, habia que comer un poco de todo. Y estaba buenísimo! supongo que además llevaría un poco de azúcar porque tenía un deje dulzón; una pena que el platito fuera tan pequeño.
Acompañando nos pusieron una sopa de miso. Ahhh hacia tiempo que no la comía. Me enteré de algo nuevo: se bebe. Siempre la habia comido a cucharadas, pero me gustó el cambio. Las camareras muy atentas se acercaban a cada rato a preguntarnos si comiamos a gusto con los palillos y priemro nos dijeron que la sopa se bebe y después que el siguiente plato (rollitos fritos) se come enrollado dentro de una hoja de lechuga y con una hojita de menta dentro, se coge con los dedos y se remoja en una salsita que ponen especial para eso. Sabe un poco a la salsa que ponene para mojar el tempura, tal vez sea incluso la misma, pero el rollito sabe muy distinto y muy muy rico.

El plato mas importante para mi: la tabla de sushi!!!! bueno, dos piezas de maki, dos nigiris, 3 sashimi de salmón y 3 de un pez que quisiera saber cual es, (al preguntar me dijeron que pez mantequilla). La única pega que le encontré al plato es que los sashimi parecían más bien dados de lo gordos que estaban cortados y los nigiris eran demasiado grandes para mi boca, asi que los tuve que comer en dos bocados.

Para cuando terminé este plato ya me habría podido levantar satisfecha, y hasta un poco llena, pero ahora si venía el plato principal y mi pato estaba exquisito. Una pena que a esas alturas lo que quería era empezar a desabrochar botones porque no cabía en la ropa. Me parece que mi novio si que lo hizo y sus langostinos casi parecían langostas. 3 bichos grandísimos acomodados formando una pirámide, con la cabeza y la cola puestas pero sin piel. Estaba apunto de pedir que me cambiara el plato.
La presentación de los platos es una cosa a destacar del lugar, aunque en general en los restaurantes japoneses cuidan mucho ese aspecto.

para terminar, un heladito de te verde y la dolorosa.

Que que es eso? Pues la cuenta!
Aunque ya con la publicidad que le hacen al sitio nos esperábamos algo así.
35€ por persona el menú degustación, lo que no está nada mal pero en la bebida se pasan un poco.

¿Mi opinión? repetiremos en cuanto haya algo que festejar, como un fin de mes, un cumpleaños de algun familiar lejano que nunca vemos o el próximo eclipse.
Eso si, la próxima vez pediremos el menú de la casa que sale en 17 euros.


Sunday, October 14, 2007

Antequera


Ni puentes ni pilares. Un arco de Gigantes y un pueblo blanco cuesta arriba. O cuesta abajo (y menos mal) a la hora de comer con las piernas cansadas y el estómago rugiendo de hambre.

Como cambian los planes a lo largo de un mismo día. Originalmente planeabamos ir a Estepa a comprar aceite y pasar (desviarnos un poco) por Écija para conocerla; pero al final fuimos un poco más alla y terminamos en Antequera y habríamos acabado en Granada si no hubiera sido tan tarde. Los relojes siempre nos persiguen, no importa que queramos hacerlos a un lado nadamás llegar el fin de semana. Todo fue culpa de la cooperativa donde compramos el aceite que resulta que no abre los sábados... vaya ocurrencia.

No me quejo del itinerario final. El lugar me sorprendió y creo que hasta repetiremos visita.

Los pueblos blancos tienen su encanto y a éste no le faltaba, por supuesto. Después del paseito obligado por la zona monumental y encontrar cerrado el convento, el museo y el palacio del marqués de no se que, decidimos comer y después echar la siesta en el coche.


Si, si, siesta, que pasa? Que despues de llenar la barriga entra un sueñito que parecen dos.
Sobre todo segun como se llene la barriga.
Probé una ensalada muy rara que me gustó mucho. Bueno igual y no es ensalada pero a mi me lo pareció. Se llama piho y es bacalao, naranja, cebolla y ajo. Muy recomendable, si encuentro la receta lo haré mas de una y mas de dos veces.

Lo siguiente eran los dólmenes. Estuvimos a 1 minuto de no verlos, y en realidad los vimos tan a la carrera que me quedó la cosita de que habría que volver.


Ves esas piedras tan grandes (seamos correctos: megalitos) y no puedes creer que manos prehistóricas las hayan puesto ahi. Como? Que otros conocimientos tendrían? No pueden haber sido tan primitivos como se les pinta y realizar esas construcciones. Y esas si duran, no como los edificios de ahora que se construyen en media hora y se caen en otra más. Las palabras duradero, perenne, eterno, longevo, tenderán a desaparecer del vocabulario. Se esconderán de pura vergüenza detrás de un árbol viejo si es que encuentran alguno en donde refugiarse.

Bueno, hablaba del conjunto dolménico. Siempre termino yéndome por las ramas (de árboles viejos o nuevos, no importa cuales). Son construcciones megalíticas destinadas a enterramientos colectivos. Son básicamente varias losas en posición vertical y sostienen a otras horizontales a modo de techo formando una galería. Suena sencillo pero son impresionantes.

Nos habían recomendado ir al Torcal. La verdad es que no me llamaba mucho y se estaba haciendo tarde, pero ya que estabamos ahi no era cuestion de dejarlo pasar asi que nos pusimos en camino. 13 km desde Antequera por una carreterita estrecha y con bastantes curvas.
No ir habría sido una tontería. Esas piedras (porque eso es lo que hay) me encantaron.
Son piedras calizas originadas por la acumulacion de esqueletos y caparazones de animales marinos de hace unos cuantos años (200 millones nadamás). Mas tarde se secó el agua, salieron los depositos calcáreos y el viento hizo el resto. Trabajito de unos cuantos añitos... y a esto se le llama Karst. Y no es que yo lo supiera, es que habia ahi un letrero que lo ponía y yo que me leo hasta las etiquetas de los shampoos pues no iba a dejar eso sin leer.
Ahi hay un viento que se lo lleva todo y hacia un frio que pelaba. Yo con lo friolera que soy iba solo con un rompeviento del que el viento se reia a carcajadas. O al menos yo las escuchaba. La niebla cayó sobre nosotros casi desde que llegamos y no se podia ver mucho paisaje, además oscurecía rápido y había que volver por un camino dificil, asi que me quede con ganas de ver mas y pasear mas.

De vuelta en casa

Es complicado volver, la inercia empuja muy fuerte y lo más fácil es continuar como hasta ahora. Y cómo es eso? pues sin actualizar desde hace meses, por ejemplo.

¿Huelga de acontecimientos?
!Ni mucho menos! tantas cosas se han movido que no sería capaz de encontrar un punto fijo en el que apoyarme para empezar a contar.

¿Falta de tiempo? bueno, en eso se traduce, pero no es exactamente el motivo ni el problema. Tal vez falta de concentración, o de motivación ... o de "empujación"

No lo se, pero de repente, después de meses, se me ocurre que, ¿por que no?, podría volver. Sin bombos ni platillos, sin una gran historia, simplemente una discreta entrada por la puerta lateral, por si acaso no da resultado, un tímido intento de instalarme de nuevo en estas estancias, que de tan abandonadas me resultan extrañas. A ver si me acomodo. A ver si sale bien.