-Quién es esa de ahí?
-Tú. Quién va a ser, si no? Es un espejo (con tono burlón)
-Yo... yo no tengo el cabello rizado
-Lo tienes (lo dijo en voz más baja, casi tímida, como compadeciendose de mi situación)
-...ni la frente tan amplia (cada vez más lento, tocando con la punta de los dedos mi cara)
-Eres tú. Acéptalo. Mejor mientras más pronto lo aceptes.
-Estás segura? No me reconozco.
Y ¿quién eres tú?
Giré la cabeza y ya no estaba, miré al frente y el espejo había desaparecido, miré mis manos y me desvanecía. Cerré los ojos y desperté.
4 comments:
buen texto y bonita foto
algo así creo que nos pasa a todos. mi espejo es un malnacido que se empeña en mostrarme sólo la verdad... y lo peor es que mi verdad es muy desagradable y ni siquiera la decencia de desvanecerme después.
Entre el espejo y las fotos, prefiero el espejo. Por lo menos me muestra la realidad a retazos y puedo ser selectiva. No sé qué tienen las fotos que casi nunca me gusto. Cámaras puñeteras. XD
A mi tampoco me gustan las fotos, ni los espejos, ni las cámara. Huyo de ellos... :S
Estás muy guapa, esposa.
Soy afortunada :D
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