Una hora y media perdida en Mercadona

Desde que descubrí el reparto a domicilio, soy una abonada a ese servicio. Vivo en un segundo sin ascensor y eso de llegar con bolsas y bolsas de compra dejar el coche aparcado en donde el viento da la vuelta, cargar todo en varias tandas hasta casa y después subir las dos plantas cargada y con los dedos medio cercenados, la verdad es que es mortal.

Cada 15 días o así toca hacer compra grande y me abastezco de todo lo que haga falta y ahora en verano eso implica un carrito lleno hasta el tope de litros y litros de todo tipo de líquidos.

Solía ir a otro cutremercado (grande pero cutre) que no mencionaré aquí, pero la calidad de los productos no es muy buena y cuando traen las cosas a casa llegan fatal. El pan bimbo ya es pudín, los congelados vienen medio derretidos y los frescos congelados (vamos que la verdura es para tirarla a la basura directamente)... por eso empecé a ir al Mercadona. Para probar otra cosa.

Pero hoy después de una hora y media eligiendo cosas y llenando carrito, llegamos a la caja, después de hacer un rato de cola y cuando decimos el DNI para que nos busquen en la base de datos dice la tía que no, que no nos lo llevan. Que ella vive justo por ahi y que sabe que hasta ahi no llega el reparto de esa tienda...

pero que me estas contando, tía? Si CADA QUINCE DIAS desde hace unos meses hago ahí la compra y cada 15 días me la llevan. Pues nada que no hay manera, le llama al encargado y lo convence de que no puede llegar hasta ahi el servicio y al final nos hicieron irnos sin compra después de perder unos cuantos minutos más discutiendo si estabamos mintiendo o si nos lo habrían llevado a casa alguna vez "por error". No hubo manera de razonar con esta gente ni de llegar a un acuerdo de, digamos, solo esta vez y después se van a otro.

Pues se acabó el mercadona, que no pueden cuidar un cliente y se ponen de un déspota subido después de hacerte perder el tiempo. Si es que los super grandes cada vez dan peor servicio y los pequeños parece que están volviendo a subir. Supongo que no es un mal cambio, solo habrá que acostumbrarse.

Por lo pronto me quedé con la nevera vacía, sin cena y con mucha sed.