Tuesday, July 05, 2005

Fantasmas detrás del espejo

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Parece que usara los blogs amigos como inspiración, pero... bueno si, a veces sucede que leyendo algo me acuerdo de otra cosa que quería decir; que le vamos a hacer?

Hoy leyendo sobre monstruos bajo la cama en el blog de mi esposa, recordé miedos de la infancia, miedos que con los años se transformaron en anécdotas y han perdido todo el misterio, pero que comparándolos con los monstruos en los armarios, en los alféizares de las ventanas y bajo las camas, consiguen resurgir.

Crecemos, pero los miedos no desaparecen, los fantasmas inexistetes son sustituidos por otros mas tangibles y aterrorizantes, diferentes pero que consiguen dejarnos "helados" de miedo...

Estaba en secundaria, en 2º puede ser, eso significa unos 12 años, o sea hace mucho, mucho tiempo. Ni siquiera recuerdo con exactitud dato por dato que es lo que sucedió, digamos que me acuerdo de los recuerdos y no se cuanto de realidad haya en ellos.

Vivía en un 6º piso. Dormía sola en una habitación que tenía un balcón que daba al patio de luces del edificio. Acababa de salir de ducharme y estaba sentada en la cama frente a un espejo grande cepillandome el cabello. Detrás de mi, la cortina cerrada daba hacia el balcón. De reojo percibí un movimiento, al mismo tiempo detras de mi y en el espejo, como una sombra que se moviera rápidamente e inmediatamente levanté la cabeza y iré el espejo. Detrás de mi, arrodillado sobre el colchón, un hombre moreno, de unos treintaitantos años, me miraba por el espejo; no alcancé siquiera a reaccionar, solo se me ocurrió cerrar los ojos y sentí como una mano se cerraba sobre mi hombro derecho.

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Creo que gemí, un escalofrío recorrió mi espalda, sin siquiera abrir los ojos salí corriendo por la puerta de la habitación y en fracciones de segundo (no creo que haya sido mucho más tiempo) estaba en el salón, sentada en el sillon entre mis dos hermanas. Me miraron extrañadas, suponfo que por la velocidad, o por la cara de muerto que llevaría dibujada en el rostro. Mis padres estaban en su habitación, pero yo no dije nada.

Mi padre siempre habia hablado de la fuerza de la mente, de lo que podemos crear con ella, de la locura, del control mental... eran muchas veces palabras que para mi no querían decir mucho pero sabía que el no creería una historia de fantasmas, y que su reaccion sería encontrar lógica en lo que habia "creido ver", y seguramente habría tenido razón. Por eso me quedé callada. No se si he dicho alguna vez que mi padre fue siempre un idolo para mi (con todo y sus errores... mi admiración por él superó la etapa esa en la que nos damos cuenta de que nuestros progenitores no son superhéroes)

Bueno, decía que me callé. Y por la noche dormí en mi cama, tapada con las mantas hasta la barbilla y negándome a mirar por la ventana o al espejo... Al otro día fuí al colegio y a la salida se reunía mucha gente en el portal. Chivos de otros colegios (porque iba a uno de monjas y eramos todas chicas), los padres y madres de las alumnas y cantidad de vendedores: de cromos, de patatas con chile (uy que delicia), de caramelos, de pulseritas de colores. Casi llevaban la papelería a las puertas del colegio apra evitarnos la vuelta... y recargado en un árbol, el hombre de la noche anterior...

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Ahí acaba la anécdota. Entré al colegio, pedí a las monjas (si, iba a un cole de monjas) el teléfono y llamé a mi mama. Vivía a la vuelta, pero me negué a salir de ahi hasta que fuera mi madre a recogerme y me negue a dar razones hasta que vi a mi mama. Me escucho con atención, pero hasta la fecha no se si creyó lo que le decía. Cuano salimos no haía ningun hombre recargado en el árbol y no lo volví a ver mas. Pero aún recuerdo sus rasgos como si llevara su foto en la cartera...

Bueno, todos tenemos monstruos o fantasmas en nuestra historia o en nuestros recuerdos.

4 comments:

èLe said...

a mime pasa "algo" parecido incluso ahora. Es como si sintiera una presencia en la habitación, casi siempre cuando estoy duermiendo por la noche o descansando por la tarde. Mi estado de consciencia es algo confuso; una especie de duerme vela, pero noto la presencia que me aterroriza y me paraliza. Yo intento no moverme para pasar desapercibida y del miedo que tengo siento una presión en todo el cuerpo que casi me impide respirar. Una amiga mia me dice que a ella también le pasa, que será? No lo sé pero acojona... y eso que estoy de acuerdo con tu padre.

Ramón Masca said...

Si te ocurre en la cama, puede ser una alucinacion hipnagógica: son propias de la fase previa al sueño y están oficialemente consideradas como una explicación a las abducciones, los casos de "visitantes de dormitorios", etc.

Aunque de lo que cuenta Nimraithkar no se me ocurre muy bien qué pensar, pero pone la carne de gallina...

Karina Llergo said...

tambien yo estoy de acuerdo con mi padre. Pero cuando suceden cosas asi no buscas explicaciones, te acojonas y ya, después piensas todo lo que sea necesario.
Y si, pone la piel de gallina, ahora ya no pero mucho tiempo lo hizo.
Es lo unico asi que me ha sucedido, pero algunos familiares se entretenían hooooras contando las experiencias de cada quién.

Anonymous said...

Emm... cágate...
Sonando:
Héroes del Silencio - Maldito Duende