Nuevamente recuerdo un sueño y aunque parecía pesadilla al final fue bastante revelador y no por lo que sucedía porque en realidad no sucedió nada, sino por lo que yo se que estaba sucediendo. Soy pésima narradora y el sueño perderá la mitad de su contenido al pasar de imágenes y sensaciones a palabras, pero al menos espero poderlas recordar cuando me de por leerme (si me da por hacerlo)
Sentada en un sofá desvencijado en una habitación sucia y oscura, hablaba con un hombre y el me etaba contando sus problemas. Eran asuntos cotidianos pero la suma de ellos lo atribulaba, muientras me los contaba, lo hacía de tal forma que yo misma de iba convencioendo de que el pobre hombre vivia una pesadilla, miraba su cara y veía en sus ojos la desesperación del que no encuentra una salida y recuerdo que pensé: pobre hombre, no lo resistirá. Se levantó del sofá y sentí miedo, no podía mirar al rededor sin estremecerme y fui rápidamente a la habitación.
Esta tenía colores tenues y parecía un poco desdibujada, borrosa, muy iluminada; en la cama hbía una mujer recostada y me acosté cerca de ella, aun temblando de miedo, tanto que los dientes me castañeaban y no podía ni siquiera hablar. La mujer extendió los brazos y me acurruque entre ellos, me apretaba y comencé a llorar; su voz era suave y calmada, me dijo que no me preocupara, que no pasaba nada.
Cuando conseguí calmarme vi a traves del marco de la puerta al hombre con el que había hablado. ´Colgaba del cuello con una cuerda que estaba atada a una viga del techo y entonces todos los miedos volvieron a mi, y quise contarselos a la mujer, empece a hablar casi atropellando las palabras y ella no quiso escuchar, me pidió que callara, le daba miedo oirme.
Con pesar y con sorpresa me di cuenta de que esa mujer no era fuerte, la apariencia de fortaleza y valentía le venía del desconocimiento total de lo que sucedía, sentí pena por ella y sus brazos dejaron de ser un consuelo para mi, pero mas azorada estaba cuando comprendí que esa mujer era yo... y la sorpresa iba en aumento cuando me vino el conocimiento de que también era yo aquel hombre colgado y sus pesadillas.
La sensacion de seguridad que me daba la mujer fuerte se había desvanecido; pero también me parecieron menos horribles los temores.
Me deshice del abrazo y me levanté, salí de la habitación pasando al lado del ahorcado y sin mirar atrás una sola vez, me alejé andando del escenario.
1 comment:
Cielo, me has dejado k.o. con este post. De veras, no tengo palabras, si es un sueño... la historia es muy bonita pero como sueño... No sé, prefiero pensar que todos somos un camino y que nos andamos hacia la plenitud, ya sabes que soy muy optimista. Hacen unos cócteles de optimismo o unas cervezas, es lo mismo, pero con bravas como las de porny, ¿eh? Cuándo quieras!
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